Hasta el 95 por ciento de nuestros alimentos proviene del suelo. Los agricultores ecológicos aplican todo tipo de medidas para hacer y mantener el suelo más fértil. Por ejemplo, utilizan únicamente fertilizantes orgánicos, compost y pesticidas naturales.
La gran mayoría de los agricultores todavía utilizan fertilizantes artificiales para producir más alimentos de forma rápida. En vista de la creciente población mundial, esto suena muy atractivo. Sin embargo, un fertilizante artificial tiene grandes inconvenientes para la fertilidad del suelo a largo plazo. Esto se debe a que el uso de fertilizantes artificiales acelera la descomposición de la materia orgánica. En todo el mundo, los suelos agrícolas se enfrentan a una creciente escasez de micronutrientes en el suelo. Además, no sólo en el suelo, también en varias frutas y verduras las vitaminas se han reducido en un 75%.
Por lo tanto, los agricultores ecológicos alimentan sus suelos con fertilizantes orgánicos y compost. El estiércol natural proporciona un mayor contenido de materia orgánica en el suelo. Esto resulta en una mayor biodiversidad, con más organismos del suelo. Y estos son importantes para la fertilidad y el equilibrio hídrico del suelo.
Al trabajar de forma orgánica, los agricultores invierten en un suelo fértil. Es un suelo que nos proporciona suficientes alimentos a largo plazo. Un suelo tan fértil es además mucho más resistente a las condiciones climáticas severas (como la lixiviación y la deshidratación) que conlleva el cambio climático.
Por ello, Benefert, con sus fertilizantes orgánicos y bioestimulantes, fomenta la fertilidad del suelo a largo plazo añadiendo más carbono a la tierra.
Fuente: Bionext
